Hablar de migraña: una asignatura pendiente

La sociedad en general debe comprender que la migraña no es un simple dolor de cabeza porque, entre otras consecuencias, el impacto que tiene en la vida de los pacientes es altísimo. Unos pacientes que necesitan de más hospitales y profesionales sanitarios que puedan proporcionar soluciones específicas y tratamiento adecuado en el momento adecuado, evitando de este modo la cronificación de la enfermedad.

Todo pasa por empezar a hablar de la migraña

Sí, porque cuando se habla de ello es cuando se consiguen los objetivos y se pueden cubrir las necesidades de cada paciente. Unas necesidades que van desde tener soluciones específicas hasta algo tan básico como disminuir los años hasta tener un diagnóstico correcto.

Por desgracia, y desafortunadamente, todavía son muchos los pacientes que pasan años de dolor y sufrimiento desde que empiezan los primeros síntomas hasta recibir este diagnóstico. Muchos creen que los primeros dolores de cabeza son algo normal, como consecuencia del cansancio, el estrés, el ciclo menstrual, etc. Además, con el tiempo, estos dolores siempre aumentan su frecuencia e intensidad y es cuando las pacientes se dan cuenta que lo que les sucede no es normal porque les impide vivir sus vidas en todos los aspectos.

Además, una vez tiene lugar el diagnóstico de la migraña, es frecuente recibir tratamientos que no se han desarrollado específicamente para el tratamiento de esta enfermedad y que pueden generar efectos adversos no deseados al paciente. O estar años con analgésicos y antiinflamatorios que actúan como parches para aliviar el dolor cuando las crisis de migraña se desencadenan, sin recibir un tratamiento preventivo adecuado a sus necesidades y que les ayude a recuperar el control de su vida

Por suerte, la investigación en tratamientos preventivos para la migraña va por buen camino y ya existen soluciones con las que notar una gran mejoría y, en definitiva, recuperar la calidad de vida. Tratamientos con los que pasar de tener entre 15 y 18 días de migraña al mes, a tener entre 1 y 3 días de dolor.

Porque sí, la migraña es una enfermedad que puede incapacitar a quien la sufre, la mayor parte de su vida, con consecuencias tanto físicas,  como psicológicas. Por eso, hay que seguir hablando de la migraña, para que la sociedad deje de pensar que la migraña es un simple dolor de cabeza. Y si no llegan a entenderlo, siempre se les puede poner un ejemplo gráfico:

“Imaginaros que tenéis que poneros un casco de moto dos o tres tallas menos que la vuestra. Pensad lo doloroso que sería tener esa presión tan insoportable en la cabeza. Pues bien, imaginad que ese dolor tan terrible os durase cuatro días seguidos al mes. Eso podría ser algo parecido a la migraña, sin contar las náuseas, el cansancio, la fotofobia, el estado depresivo, la labilidad emocional, etc.”

Más claro que el agua. Hay que hablar de la migraña.