El privilegio de la sanidad privada

La migraña es una enfermedad infravalorada por desconocimiento: no se entiende que un dolor de cabeza pueda ser tan invaldiante. Y este es el problema, que la gente cree que la migraña es un simple dolor de cabeza.

Un largo camino hasta ser diagnosticados

La realidad para los pacientes con migraña es que pasan muchos años hasta ser diagnosticados oficialmente: cientos de pruebas, varios especialistas, semanas de ingreso, meses de dolor y miles y miles de momentos perdidos por culpa de una enfermedad que les incapacita por completo.

La desesperación, el dolor y el sufrimiento llega al límite en muchos de los casos: ni paciente ni neurólogo saben cómo proceder ni qué más hacer para mejorar la situación. Los pacientes ven su vida como un túnel sin final y más todavía aquellos que tienen que esperar durante años por una visita del neurólogo en la sanidad pública.

Tras el diagnóstico, hay vida

Una vez los pacientes consiguen un diagnóstico acertado y un tratamiento adecuado, la frecuencia de las crisis de migraña empiezan a disminuir y ven que hay vida más allá de la enfermedad y que la migraña ahora ya no decide por ellos. Ahora, pueden tener las tardes libres, relación con sus amigos, salir un fin de semana sin preocupaciones. Ahora pueden vivir en general.

Todo esto se podría conseguir con más antelación si hubiera más neurólogos especialistas y si las listas de espera no fuesen tan largas. Porque llega un punto que se está banalizando una enfermedad grave, por lo que los pacientes necesitan a un neurólogo especialista en cada hospital.

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Referencias:

  1. Cuestionario Patricia Pozo. Migraña: la importancia de hacer oír tu voz. La Vanguardia. 28 de Julio de 2021:6-7